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Propuesta: Circunscripción ibérica | Grupo de trabajo Aristides de Sousa

30 de junio de 2021

La propuesta de circunscripción ibérica, pretende que de cada cuatro candidatos elegidos por España o Portugal, uno de ellos sea del país vecino.

circunscripción ibérica

Germán Sánchez | Bruselas | Tras meses de trabajo, se viene a publicar la propuesta de circunscripción ibérica que hemos elaborado desde el grupo de trabajo Aristides de Sousa.

Antes de nada, me gustaría que supieses que las elecciones al Parlamento Europeo constituyen el mayor proceso de elección transnacional mundo y el mayor hito en la construcción europea, pudiendo considerar a esta institución como el corazón democrático de la Unión donde fluyen corrientes de ideas innovadoras que acaban filtrándose en los Estados Miembro, enriqueciendo el debate político local y multiplicando las opciones políticas.

Y ahora, te dejo con el trabajo elaborado. Esperamos tu opinión.

Contexto

Los orígenes del Parlamento Europeo se remontan a la Asamblea Común de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA). Estaba integrada por 142 miembros y celebró su sesión constituyente el 19 de marzo de 1958 en Estrasburgo. Desde el 30 de marzo de 1962, cambia su nombre de ‘Asamblea Parlamentaria Europea’, a la denominación actual de ‘Parlamento Europeo’.

Un parlamento que hasta 1974 tenía un doble mandado, ya que eran designados por los parlamentos nacionales, hasta que la introducción del sufragio directo y la ampliación de competencias, fue convirtiendo el órgano en un poder ‘prácticamente’ independiente de los Estados, con la autonomía necesaria para ejercer de contrapeso tanto al Consejo como a la Comisión Europea.

Tras la consumación del Brexit, el Parlamento Europeo lo constituyen 705 miembros democráticamente elegidos en los 27 Estados Miembro. Cinco Estados (Alemania, Francia, Italia, España y Polonia) acaparan el 51% de los MEPs (Members of the European Parliament). 

Los Tratados, sin embargo, establecen mecanismos de protección para los ‘estados pequeños’. El más notorio es que se denomina ‘minoría de bloqueo’ por el cual, y desde el 1 de noviembre de 2014, trece Estados o, alternativamente cuatro Estados que representen más del 35% de la población de la UE pueden impedir la formación de una mayoría cualificada y bloquear de esa manera la adopción de una decisión.

La 'minoría de bloqueo' permite que un 35% de la población de la UE, pueda impedir la formación de una mayoría cualificada

Es importante remarcar que en el Parlamento Europeo, los diputados se agrupan por partidos políticos o familias ideológicas y no por Estados de procedencia dándose el caso (frecuentemente) de diputados del mismo país votando de forma diferente. 

Este punto es de gran relevancia a la hora de evaluar el impacto de la modificación de una circunscripción electoral. El hecho de que dos o más Estados formaran una misma circunscripción electoral no implicaría pérdida de representatividad de los intereses nacionales en la Eurocámara, puesto que todos los miembros del Parlamento Europeo representan los intereses de todos los ciudadanos europeos en su conjunto a través de los grupos políticos paneuropeos.

Y ya si te interesa, para que sepas la base legal que regula las elecciones al parlamento europeo, tienes que leerte el Artículo 14 del Tratado de la Unión Europea (TUE); Los Artículos 20, 22 y 23 del Tratado sobre el Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) y el Artículo 39 de la Carta de los Derechos Fundamentales. Asimismo, se tiene en consideración el Acta de 20 de septiembre de 1976 sobre la elección de los representantes a través de sufragio universal, modificada por la Decisión del Consejo 2018/994 del 13 de julio de 2018.

Una misma circunscripción electoral no implicaría pérdida de representatividad de los intereses nacionales en la Eurocámara.

Si leemos el Artículo 22(2) del TFUE vemos que dice:

«Todo ciudadano de la Unión, residente en un Estado Miembro del que no es nacional, tiene el derecho a votar y ser votado como candidato en elecciones al Parlamento Europeo en el Estado Miembro en el que reside.»

Esta opción permite el diseño de listas con candidatos de diversas nacionalidades, pero ofrece muchas limitaciones. Los partidos políticos en cada país tendrían que buscar y rebuscar candidatos entre los residentes extranjeros para formar listas mixtas.

Por otro lado, tenemos el Acta Electoral Europea establece en su Artículo 2:

«En función de sus características nacionales, los Estados miembros podrán constituir circunscripciones para las elecciones al Parlamento Europeo o establecer otra subdivisión electoral, sin que ello desvirtúe globalmente el carácter proporcional del sistema electoral.»

La traducción al español del Acta parece ofrecer cierta ambigüedad. El hecho de que los Estados puedan constituir circunscripciones (y no constituirse en circunscripciones) no parece excluir la posibilidad de que dichas circunscripciones engloben a dos o más estados. El texto inglés del mismo artículo sí parece ser más concreto:

«Each Member State may establish constituencies for elections to the European Parliament or subdivide its electoral area in a different manner…».

Ese ‘each’ (cada) parece limitar las posibilidades de establecer circunscripciones a dos escenarios: (each) cada Estado, o subdivisiones. De hecho, en la práctica estas son las dos únicas vías aplicadas: 23 Estados son circunscripción única y 4 (Italia, Polonia, Irlanda y Bélgica) cuentan con circunscripciones regionales.

La posibilidad por lo tanto de establecer circunscripciones transnacionales no parece estar contemplada en la normativa actual. Sin embargo, este es un viejo debate en la arena política europea desde los años noventa y diferentes propuestas han sido desde entonces presentadas y debatidas.

La circunscripción ibérica podrá llevar a crear una Junta electoral en la península ibérica común para España y Portugal

Para realizar esta propuesta se ha tenido muy en cuenta el estudio de Maria Diaz Crego «Transnational electoral lists» de febrero de 2021 para el EPRS (European Parliamentary Research Service). La mayoría de las propuestas precedentes defendieron combinar el actual sistema de eurodiputados elegidos en la cada Estado Miembro, con un número limitado de eurodiputados elegidos en una mega- circunscripción que englobaría a toda la UE.

La Sociedad Iberista, tras haber analizado estos precedentes, construye su propuesta sobre las conclusiones y resultados de los debates celebrados en el seno de las instituciones europeas, así como en los ámbitos académicos y think tanks durante los últimos veintitrés años. Nuestra propuesta tiene los siguientes objetivos:

 

  1. Contribuir a la europeización de los procesos electorales al parlamento europeo, desligándolos de los debates políticos nacionales y contribuyendo a la forja de una identidad supranacional.

  2. Impulsar en el seno de la UE la colaboración y coordinación entre Estados Miembro en áreas no exploradas con el objetivo de proponer una agenda de integración europea impulsada por la asociación de Estados.

  3. Reforzar la colaboración y el conocimiento mutuo entre España y Portugal introduciendo debates comunes a ambos pueblos, impulsando la creación de una Junta Electoral Ibérica y la formalización de coaliciones electorales ibéricas.

circunscripción ibérica

Precedentes

Desde los años noventa se han debatido diversas propuestas para el establecimiento de listas transnacionales. Pero en una sociedad, donde las elecciones europeas han movilizado menos electores que otros tipos de procesos electorales y han sido absorbidas por el debate político nacional, las propuestas que pretendían crear una «mega circunscripción europea, ha sido rechazada una y otra vez. 

El principal escollo para que la propuesta fuese aceptada, siempre ha sido el choque de legitimidades entre los diputados elegidos por su país y los parlamentarios elegidos para el proyecto europeísta. Y siempre ha sido muy complicado diseñar mecanismos que garanticen que la lista europea no acabe monopolizada por los estados más grandes. 

Otras propuestas, aunque pocas, dibujaron la posibilidad de crear un número de super-circunscripciones: Estados Mediterráneos, Estados Atlánticos, Estados Centroeuropeos… Pero aquí entraban en juego otros factores, tales como mantener un equilibro de población entre cada circunscripción, que dejaban de lado aspectos históricos, culturales o identitarios.

Finalmente, solo una de las propuestas para europeizar las elecciones tuvo un éxito relativo, tras la elección de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión. Los electores sabían de antemano quién era el candidato a presidir la Comisión y el Consejo respetó los resultados de las elecciones al parlamento. Sin embargo, en 2019, lo que fue conocido como Spitzenkandidaten, volvió a guardarse en el cajón y El Consejo europeo escogió a Ursula Von der Leyer como Presidente, en vez de al ganador, Manfred Weber.

Aún hoy en día, el Presidente de la Comisión es elegido por el Consejo europeo

Por lo que, cada día tienen más fuerza aquellas fuerzas sociales que insisten en democratizar la Unión Europea. La sociedad civil tiene en frente, tanto la potencia de los Estados que no quieren perder influencia, como el de las ejecutivas de los partidos políticos nacionales que no quieren delegar su poder.

Exponemos a continuación una serie de informes que estudian la posibilidad de creación de circunscripciones supranacionales: 

• Informe Anastassopoulos (1998). Georgios Anastassopoulos, (EPP, Grecia) presentó la primera propuesta formal para establecer circunscripciones supranacionales para las elecciones europeas. Esta propuesta, no muy detallada, incluía la elección del 10% de los asientos en una mega-circunscripción europea. Este plan debía entrar en vigor en las elecciones del 2009 y dejaba abiertos aspectos técnicos como el sistema electoral a aplicar, procedimientos, listas electorales, reparto de asientos, etc. La Decisión del Consejo Europeo 2002/772/EC modificó el Acta Electoral Europea de 1976 pero no incluyó la propuesta de Anastassopoulos.

• Primer Informe Duff (2011). Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa en 2009, el Parlamento revivió sus deseos de reforma de las normas electorales con tres informes sucesivos eurodiputado liberal británico Andrew Duff. En este primer informe, defendió la creación de una mega-circunscripción que incluiría a todos los países de la UE, en la que se elegirían 25 eurodiputados en listas transnacionales. Otros 751 eurodiputados sería elegidos como hasta entonces (y como hasta ahora) en los Estados Miembro. Los electores deberían por lo tanto votar dos veces, una para la elección de los eurodiputados de su país, y otra para los eurodiputados ‘comunitarios’. El informe, mucho más detallado que el Informe Anastassopoulos, incluía ciertas condiciones a cumplir por cada lista:

–  Debía incluir a candidatos que cubran al menos un tercio de los Estados Miembro, 

– Debería garantizarse un equilibrio de género y serían listas cerradas. (Para el reparto de asientos propuso la fórmula de Sainte-Lagüe, un sistema proporcional más favorable a los partidos pequeños que la Ley D’Hondt y no se aplicaba un porcentaje mínimo para entrar en el reparto de escaños.) 

– Se proponía la creación de un censo europeo y una autoridad electoral europea que verificaría el proceso electoral para la elección de los 25 eurodiputados elegidos en la mega-circunscripción. (Aunque este informe fue aprobado por el comité AFCO del europarlamento en 2011, nunca se presentó al plenario, ya que Duff decidió retirarlo al constatar la falta de apoyos.)

Los Estados miembro son reticentes a perder soberanía en pro de la construcción de la Unión Europea.

• Segundo Informe Duff (2012). Si el primer informe implicaba reformar Tratados y el Acta Electoral Europea, en este segundo intento Duff simplificó su propuesta hasta convertirla en una resolución del Parlamento Europeo. Mantuvo su propuesta de los 25 escaños a elegir en una mega-circunscripción europea pero adoptó la Ley D’Hondt como método para asignar escaños. El rechazo del Partido Popular Europeo, mayoritario en el Parlamento Europeo, le llevó a retirar de nuevo su propuesta y trabajar en una tercera versión.

• Tercer Informe Duff (2013). Este informe abandona la idea de crear una mega-circunscripción y se enfoca en aspectos prácticos de cara a las elecciones de 2014. Introduce la idea del Spitzenkandidaten al pedir a los partidos políticos que nominen a sus candidatos a la Presidencia de la Comisión Europea antes de las elecciones, y al Consejo Europeo a aceptar la nominación del candidato del partido vencedor. 

Esta vez, el plenario adoptó la propuesta de Duff y en 2014 el Consejo Europeo propuso como candidato a la presidencia de la Comisión al Spitzenkandidaten del partido con más escaños.

La Circunscripción ibérica vendría a crear la primera propuesta de creación de listas supranacionales

Informe Hübner-Leinen Report (2015). La introducción del Spitzenkandidaten pretendía revitalizar el proceso electoral, dotando al votante del poder de elegir, no solo al parlamento sino al presidente de la Comisión, democratizando por primera vez la composición del ejecutivo europeo. Sin embargo, para sorpresa de muchos, las del 2014 fueron las elecciones con menos participación (42,6%). El debate sobre como atraer al votante e involucrarlo en el proceso de construcción europea se abría de nuevo. 

El Informe Hübner- Leinen co-escrito por los eurodiputados Danuta Maria Hübner (EPP, Polonia) y Jo Leinen (S&D, Alemania), renunció a la creación de mega-circunscripciones y listas transnacionales, e insistió en la fórmula del Spitzenkandidaten solicitando a los partidos europeos que eligieran a sus candidatos al menos 12 semanas antes de las elecciones de 2019. 

Sin embargo, el informe se modificó durante el proceso parlamentario y la creación de la mega-circunscripción europea se reintrodujo. El Parlamento propuso modificar el Acta Electoral Europea y dejaba al Consejo la mayoría de los detalles prácticos.

Finalmente, el Consejo en su Decisión 2018/994 del 13 de julio de 2018 ignoró tanto la creación de la mega-circunscripción europea como el proceso del Spitzenkandidaten, cerrando (al menos de momento) el debate parlamentario sobre la creación de circunscripciones y listas transnacionales.

 

Importantes bloques como el Visegrado, se niegan a la posibilidad de la existencia de europarlamentarios "europeos".

Sin embargo, fuera del Parlamento Europeo, otros actores han empujado en la misma dirección y sus ideas resultan de interés para nuestra propuesta.

• La Propuesta Bruton (2001). La Convención para el futuro de Europa, encargada de diseñar una Constitución Europea acogió intensos e interesantes debates sobre el entramado institucional de la Unión. 

La propuesta más elaborada en lo que respecta a las circunscripciones, la presentó John Bruton, ex primer ministro de Irlanda. En esta propuesta, la mayoría de los eurodiputados serían elegidos en circunscripciones nacionales dejando 30 escaños a elegir en seis super- circunscripciones, eligiéndose 5 diputados en cada una de ellas. Finalmente, la Convención no aceptó esta ni ninguna otra propuesta referente modificación de circunscripciones existentes.

• La ventana de oportunidad del Brexit. Al abandonar la UE, el Reino Unido dejó vacíos 73 escaños. Italia fue el primer país que en 2017 propuso la creación de listas transnacionales para ocupar los asientos vacantes. Macron apoyó la iniciativa y llegó más lejos al pedir que en las elecciones de 2024 la mitad del parlamento se eligiera en esa mega-circunscripción. 

En la Cumbre de países del Sur de enero de 2018, España, Portugal, Chipre, Malta y Grecia dieron su respaldo a la propuesta. Irlanda también se sumó. En una declaración firmada por los ministros de exteriores de España, Francia e Italia, se sugirió que un número de los escaños vacantes se elegirían en listas transnacionales con candidatos de al menos siete Estados Miembro. Sin embargo, el Grupo de Visegrado (Polonia, Eslovaquia, Chequia y Hungría) se opuso a la idea, reclamando una reducción de escaños del europarlamento y un mayor protagonismo de los parlamentos nacionales.

La cooperación reforzada puede ser una buena herramienta para el desarrollo de las circunscripciones ibéricas, aunque se corre el riesgo de ver una Europa con objetivos distintos

Académicos y Think Tanks. En línea con la propuesta de Bruton, Ken Ritchie, del Electoral Reform Society, propuso en un estudio encargado por el Parlamento Europeo la creación de diferentes super- circunscripciones para elegir entre 5 y 7 escaños cada una. Los profesores Damien Bol, Pukelsheim, Katrien Auel y Guido Tiemann presentaron sendas propuestas defendiendo la mega-circunscripción europea. Los profesores Wouter Wolfs y Steven Van Hecke presentaron hasta tres escenarios, todos sobre la base de la mega-circunscripción.

Como podemos observar, el debate sobre la creación de circunscripciones supranacionales y listas transnacionales lleva más de veinte años abierto. La inmensa mayoría de propuestas apuntaban a la creación de una mega- circunscripción europea para un número limitado de escaños y su coexistencia con circunscripciones nacionales donde se elegiría a la mayoría del parlamento.

En el debate sobre las circunscripciones y las listas transnacionales subyace una discusión más profunda. Las fuerzas europeístas, las más entusiastas y las más conservadoras, vislumbran unos Estados Unidos de Europa en un horizonte, que para unos podría ser cercano si se comprometen los esfuerzos necesarios, y para otros es una meta flotante para alcanzar en futuras generaciones, pero todos coinciden en ese destino para el continente. 

El debate de las listas y las circunscripciones es la antesala de algo mucho más interesante: ¿Cómo fundar los Estados Unidos de Europa? Construir consensos y mayorías con decenas de Estados y Gobiernos con diferentes culturas políticas y expectativas es un reto agotador que se repite cada día en el entramado institucional europeo incluso dentro de las mismas familias políticas. Incluso con el mecanismo de cooperación reforzada podríamos encontrarnos con tres o cuatro uniones europeas conviviendo con objetivos diferentes y direcciones opuestas. La idea de una Confederación Europea, integrada por cinco o seis Federaciones de dos o más Estados emerge como una solución práctica para agilizar los procesos de toma de decisión y gobernanza de la Unión Europea. Las super-circunscripciones serían entonces el embrión de aquellas Federaciones.

Puntos en contra y a favor de la circunscripción ibérica

Las listas transnacionales son un asunto controvertido al entrar en juego dos factores de gran relevancia política: el poder de los Estados representados en el Parlamento y el poder de las ejecutivas de los partidos para elaborar listas.

El Parlamento Europeo no es una cámara de representación territorial. Los eurodiputados se agrupan en familias ideológicas y no nacionales. La resistencia más feroz a las listas transnacionales podría venir de las ejecutivas de los partidos en Portugal y España. 

Las elecciones europeas tienen por lo tanto un marcado carácter nacional, tanto político como estratégico, y asumimos que no será fácil cambiar ese paradigma. Las ventajas de una circunscripción Ibérica serían palpables a medio y largo plazo pero, ¿tendrán nuestros líderes políticos la visión estratégica que requiere ponerse a la cabeza de un paso de gigante hacia la integración europea?

Elevar el debate. Una campaña Ibérica para las elecciones europeas, con una sola circunscripción y listas electorales transnacionales introduciría en España ideas, discursos, soluciones y problemáticas portuguesas, y lo mismo ocurriría del otro lado. 

El debate se enriquecería, descubriríamos conexiones desconocidas, descubriríamos nuevas oportunidades laborales, opciones de estudio y aprendizaje, discutiríamos sobre la gestión de los recursos naturales compartidos, o sobre la lucha efectiva contra el cambio climático que no entiende de fronteras.

Cambiar el paradigma. Consideramos que es muchísimo más fácil que un español o un portugués otorgue su voto a un representante del país vecino que a cualquier otro al que no entiende y que tiene a cientos de kilómetros de distancia. 

Una propuesta muy buena para que la vieja Europa deje de lado esas identidades regionales y locales, opuestas y enfrentadas, que permitan pasar de lo nacional a lo ibérico, las conexiones mentales ya estarán en marcha para pasar de lo ibérico a lo europeo.

La circunscripción ibérica pondría a España y Portugal a la cabeza de la integración europea ofreciendo al Parlamento europeo los primos eurodiputados transnacionales de su historia. Juntos, Portugal y España abrirían el camino para la formación de nuevas super- circunscripciones, favoreciendo debates más amplios y ricos en todos los rincones de Europa y allanando el camino a una futura integración europea por bloques.

Nuestra propuesta para una circunscripción ibérica

El sistema electoral es el conjunto de normas y reglas que permiten a los votantes expresar sus preferencias políticas y traducir los votos en resultados, ya sean asientos o puestos ejecutivos. Ningún sistema electoral es neutral, y un pequeño ajuste en una norma puede cambiar sustancialmente un escenario político. Por ello, en esta propuesta pretendemos tocar lo menos posible y presentamos un modelo que respeta fielmente la actual representación de ambos países en el Parlamento Europeo.

Todas las propuestas discutidas en el Parlamento Europeo abogan por la combinación de las actuales circunscripciones nacionales y una mega-circunscripción que elegiría a un determinado número de eurodiputados. Uno de los principales argumentos contrarios a la mega-circunscripción es el hecho previsible de que las listas transnacionales estarían monopolizadas por candidatos de los grandes países, ya que serían los que movilizarían mayor voto. En nuestra propuesta introducimos un principio de mínimos que precisamente blindaría a Portugal mantener su representación actual como mínimo, pudiendo esta ampliarse a voluntad de las ejecutivas de los partidos.

Nuestra propuesta no prevé la creación de partidos Ibéricos, sino la creación de coaliciones electorales entre partidos políticos afines en Portugal y España que presenten una lista cerrada a los electores. A pesar de que las listas cerradas no son la opción mayoritaria en las elecciones al Parlamento Europeo, seis países optaron por este sistema en las elecciones de 2019, entre ellos España y Portugal. Entendemos que las listas abiertas, ofreciendo al elector la posibilidad de escoger candidatos perjudicaría a los candidatos menos conocidos y en una circunscripción única, sería una clara desventaja para los candidatos portugueses.

🔻 Ursula Von der Leyen, actual presidente de la Comisión europea, elegida por el Consejo de europeo

Proponemos un sistema de equilibrios nacionales, basado en un principio de mínimos, por el cual, en cada lista, por cada bloque de cuatro candidatos/as, al menos uno/a es de Portugal. Esto garantizaría que como mínimo Portugal obtuviese 20 asientos (hoy dispone de 21) y quedaría en manos de las coaliciones incrementar ese número a su voluntad, pero nunca reducirlo. En lo que respecta a cuotas de género u otro tipo de cuotas, entendemos que debe ser decidido por cada coalición en cada caso.

No proponemos reformar el parlamento ni recalcular el reparto de escaños entre países. Nuestra propuesta consiste en la suma actual de los escaños que corresponden a España (59) y a Portugal (21) lo que otorgaría a esta nueva circunscripción 80 asientos situándose como la segunda mayor delegación tras Alemania (96 escaños) y por delante de Francia (79 escaños). Respecto al método para el reparto de escaños, proponemos seguir aplicando la Ley D’Hondt tal y como han venido haciendo Portugal y España en las últimas elecciones al Parlamento Europeo.

Trece países no impusieron ningún umbral electoral (mínimo porcentaje a partir del cual se entra en el reparto de escaños) en las elecciones del 2019, entre ellos Portugal y España. Nuestra propuesta por lo tanto mantendría ese principio.

Unas elecciones transnacionales con listas transnacionales necesitaría de una autoridad transnacional que velara por la transparencia y legalidad del proceso. Proponemos la creación de una Junta Electoral Ibérica que supervise y lidere el proceso electoral incluyendo: la creación de un censo electoral ibérico, normas comunes para la campaña electoral, voto de los emigrados, financiación de la campaña, cobertura mediática equilibrada, normas para la publicación de encuestas, diseño de las papeletas, anuncio de los resultados (provisionales y definitivos) así como reclamaciones.

Respecto a las modificaciones legales que nuestra propuesta requeriría, es importante remarcar que no necesitaría de la reforma de ningún Tratado Europeo, aunque sí requeriría modificar el Acta Electoral Europea de 1976. Esto requiere que la mayoría del Parlamento Europeo haga la propuesta al Consejo Europeo, y este lo apruebe por una Decisión unánime. Si la propuesta del Parlamento contara con los apoyos de los gobiernos portugués y español (los únicos afectados por dicha modificación) sería difícil entender la oposición de otros gobiernos en el Consejo. Una vez aprobado por el Consejo, esta modificación debería ser aprobada por cada Estado Miembro en función de sus procedimientos constitucionales.

En los casos de Portugal y España, esa Acta Electoral Reformada no implicaría reformar sus Constituciones, sino que debería ser tramitada como si de la ratificación de un tratado internacional se tratara. Además, la modificación de las leyes nacionales regulando las elecciones europeas también sería necesaria:

  • En Portugal, la Asamblea Nacional debe aprobar la ratificación de las enmiendas al Acta Electoral Europea al entrar bajo el supuesto del Artículo 161 i) de la Constitución de la República Portuguesa, referida a los Tratados. Además, la creación de una circunscripción ibérica requeriría modificar la Ley Electoral para el Parlamento Europeo 14/87 del 29 de abril de 1987.
  • En España, la modificación debería contar con la aprobación del Congreso de los Diputados y del Senado por mayoría simple. Además, debería modificarse la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General que establece que ‘la circunscripción para la elección de los Diputados del Parlamento Europeo es el territorio nacional’ por mayoría absoluta del Congreso de los Diputados.

Conclusiones

La Sociedad Iberista presenta la primera propuesta formal para la creación de una circunscripción supranacional y el establecimiento de listas transnacionales entre Portugal y España. Nuestra propuesta es quirúrgica y se limita a solicitar las modificaciones esenciales para establecer dicha circunscripción.

Nuestra propuesta no implica cambios ni en los Tratados Europeos, ni en las Constituciones de España y Portugal y bebe de las propuestas precedentes elaboradas por intelectuales europeístas y debatidas en el seno de las instituciones comunitarias.

Con nuestra propuesta pretendemos dar un nuevo impulso a la construcción e integración europea desde un prisma innovador y valiente, uniendo las fuerzas de Portugal y España como motor europeísta y entusiasta.